Películas
basadas en comics: Un género cinematográfico naciente
Seguramente se han escrito centenar de líneas
respecto a este tema, sin embargo hoy, buscando que ver en el catálogo de
Netflix me encontré con varias películas de comics agrupadas bajo el género de
Fantasía. Igualmente en los (escasos) videoclubes se les cataloga bajo ciencia
ficción, infantiles o igualmente fantasía y desde la opinión del autor, ninguna
de estas clasificaciones completamente abarca lo que las películas basadas en
comics (o libros) realmente son. Es mi opinión que no es del todo acertada esa
clasificación.
Comenzaré por hablar un poco de la historia
de las películas de comics. Existieron películas de superhéroes casi desde el
nacimiento de la industria cinematográfica. Estas películas trataban de que
contar historias de estos superhéroes pero, quizás por falta de facultades
tecnológicas o un desinterés de los productores, al no considerar que existía
un mercado para estas películas, los resultados son variados pero más bien
pobres para lograr un producto que apleara a la mayoría de las audiencias. Como
ejemplo tenemos la película de 1943 “The Batman” o la muy desafortunada
“Batman” de 1966 con la infame caracterización de Adam West como el superhéroe
mas obscuro de la baraja. En 1944 también existió un intento por hacer una
película del Capitán América que, como he mencionado, por las capacidades
técnicas de esa época no resultó relevante para la industria cinematográfica, o
para el género naciente que este artículo trata de justificar.
Si bien, la mayoría de los héroes que hoy
engalanan las pantallas con estrenos cada año nacieron en la época de la
segunda guerra mundial, no es sino hasta 1978, con la película de Richard
Donner “Superman” que, desde mi punto de vista, comienza el nacimiento de este
nuevo género cinematográfico. Desde su
frase promocional, “Creerás que un hombre puede volar” presumía de su riqueza
tecnológica y alta calidad de producción. Con una emotiva actuación del difunto
Christopher Reeve, la película ofreció al espectador, una oportunidad de ver a
un ser completamente irreal en un contexto real.
Esta película, y su secuela establecieron un
punto de partida en el universo de las películas de superhéroes. Otras 2
secuelas le siguieron con pobres resultados y fueron destrozadas por la
crítica. Después de “Superman” otras franquicias, como “Spider-man”, intentaron
emular el éxito de la anterior pero con una pobre producción los resultados
fueron mas bien pobres. No sería sino hasta 1989 que otra película de
superhéroes revolucionaría la industria cinematográfica. Con el Batman de Tim
Burton se estableció una posibilidad diferente en las películas de superhéroes
para hacerlas atractivas a un público adulto. Si bien fue criticada por ser
demasiado obscura, fue un éxito rotundo en taquilla. Su secuela fue igualmente
exitosa económicamente hablando, sin embargo, fue sumamente criticada por ser
demasiado obscura, por no considerar al público objetivo y dar una
caracterización grotesca al pingüino de Danny DeVito. Esta crítica resultó en
la creación de dos bodrios de películas posteriores que hicieron que el género
quedara relativamente olvidado por cerca de una década. Llego el 2002 y el
Spider-Man de Sam Raimi rompió los paradigmas. He ahí donde considero que nació
el boom de las películas de comics. Sam Raimi nos ofreció una representación de
Spider-Man con libertades creativas, cambiando inclusive algunos de sus
superpoderes, pero que basada en una soberbia actuación de Tobey Macguire
permitió al espectador infantil ver una película de acción y aventura llena de
bellas imágenes facilitadas por los nacientes efectos especiales
computarizados. Por otra parte, al espectador adulto le ofrecía una historia basada
enteramente en el conflicto de un personaje y llevada casi siguiendo la fórmula
de un guión basado en personaje. Se establece el personaje, se establece su
conflicto, acepta su lucha interna y su destino. En resumen, creo una película
de fórmula conocida con un personaje con el cual la gente se pudo
relacionar. Para entonces los estudios cinematográficos se dieron cuenta que estaban
sentados en la gallina de los huevos de oro y decidieron echar a andar la
máquina de películas cual si fuera una máquina de billetes.
En 2005 el Batman de Christopher Nolan
presentó una historia coherente y creíble dentro del contexto mundial con una
trama elaborada y rica en valor artístico que se alejaba mucho del producto que
ofrecía Marvel con su Spider-man, que si bien, era una película bien llevada a
cabo, carecía de ese hiperrealismo que caracteriza al realizador británico. El
éxito rotundo en taquilla le garantizó una secuela que es, para mi gusto, la
mejor película basada en un comic que se ha hecho. El caballero de la noche o
“The Dark Knight” del 2008, llevó al espectador al mundo de ciudad Gótica.
Temió al magistral Joker de Heath Ledger, se emocionó con las persecuciones de
Batman en su motocicleta y casi entendió la transformación del recto Harvey
Dent en el desquiciado Dos Caras. Fue inclusive reconocida por la Academia
otorgándole, por primera vez en la historia, un premio de las categorías
importantes al reconocer a Heath Ledger con la estatuilla a mejor actor de
reparto. Aunque póstumo, este reconocimiento jamás se había visto, ni siquiera
a uno de los favoritos de la academia como lo es Jack Nicholson cuando también
interpretó el mismo papel años atrás.
Ese mismo año se gestó el comienzo de otro
universo cinematográfico con la aparición en escena de Iron Man. Robert Downey
Jr, cual Ícaro, resurgió de las cenizas en que sus vicios habían convertido su
carrera y nos regaló un personaje sumamente agradable que cumplía perfectamente
su propósito: entretener al espectador.
Pero la importancia de Iron Man radica en la creación de un universo
completo a partir de una película. Lo que genialmente hizo Marvel (Disney) y
Joss Wheddon fue incluir una escena post créditos con Nick Fury abriendo la
posibilidad de unir por primera vez en la historia un universo de películas
independientes. Ahora está siendo emulada esta estrategia por su contraparte de
DC Comics/Warner Bros partiendo de la nueva película del hombre de acero y de
la mano de Zack Snyder con éxito aun por verse.
Ahora bien, para explicar porque considero
que no deberían ser agrupadas solamente bajo el género de Fantasía o ciencia
ficción o mucho menos infantiles basta ver “The Dark Knight” o la criticada
“Man of Steel” que se enfocan mucho más en el desarrollo de los personajes, la
primera pudiendo ser catalogada como Acción/Aventura o inclusive un drama. The Man of Steel se enfoca en la riqueza y el
conflicto del personaje para encajar en un mundo al cual sabe que no pertenece.
Ambas son historias completamente llevadas por sus personajes.
El diccionario define fantasía como “Facultad
que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o
lejanas, de representar las ideales en forma sensible o de idealizar las reales”.
Las películas de superhéroes pueden
cumplir la segunda parte de la definición que arriba se menciona pero hay un
componente que deja fuera que es justamente la temática de superhéroe donde el
común denominador de todas es que narran la historia de un personaje mientras
vive un conflicto personal y acepta su destino , como diría Joseph Campbell en
su obra “The hero with a thousand faces”, a veces a regañadientes.
Se les considera cínicas por parecer ser solo
un negocio o un imán de taquilla pero como dijo James Gunn al referirse a este tipop de
películas donde dice que “siempre las cosas populares…van a ser criticadas por
la autodenominada elite” , sin embargo lo que mas le molestó es que se asuma
que porque son grandes producciones no se les pone la misma dedicación o amor a
cada uno de sus personajes como las películas independientes o películas más
serias. (1)
El común denominador es que todas cuentan la
aventura de un héroe que trae esperanza a una sociedad comúnmente en una situación
desesperada y creo que ahí yace el valor de este tipo de relatos. En dar a la
gente una situación de esperanza que muchas veces no encontramos en nuestro día
a día y es por ello que deberían de considerarse como un género necesario que
enriquece la biblioteca artística del séptimo arte.
(1) http://variety.com/2015/film/news/james-gunn-defends-comic-book-films-after-oscars-indie-spirit-awards-1201440385/
